lunes, 17 de septiembre de 2012

RELEYENDO A ORTEGA



 (continuación de la serie iniciada en EL PUNTO Z)

"Un ventarrón de farsa general y omnímoda sopla sobre el terruño europeo. Casi todas las posiciones que se toman y ostentan son internamente falsas. Los únicos esfuerzos que se hacen van dirigidos a huir del propio destino, a cegarse ante su evidencia y su llamada profunda, a evitar cada cual el careo con ese que tiene que ser. Se vive humorísticamente, y tanto más cuanto más tragicota sea la máscara adoptada. Hay humorismo dondequiera que se vive de actitudes revocables en que la persona no se hinca entera y sin reservas. El hombre-masa no afirma el pie sobre la firmeza inconmovible de su sino; antes bien, vegeta suspendido ficticiamente en el espacio. De aquí que nunca como ahora estas vidas sin peso y sin raíz — déracinées de su destino — se dejen arrastrar por la más ligera corriente. Es la época de las "corrientes" y del "dejarse arrastrar". Casi nadie presenta resistencia a los superficiales torbellinos que se forman en arte o en ideas, o en política, o en los usos sociales. Por lo mismo, más que nunca, triunfa la retórica." (fragmento del capítulo LA EPOCA DEL "SEÑORITO SATISFECHO" -LA REBELION DE LAS MASAS, José Ortega y Gasset-)




2 comentarios:

Volianihil dijo...

Si viviese hoy en día hubiese pasado a los insultos directamente.

el zurdo dijo...

Un insulto orteguiano sería ininteligible para los encefalogramas planos de los señoritos neumáticos (que diría el Huxley de UN MUNDO FELIZ) de hoy en día.